El incendio del 15 de abril de 2019 destruyó gran parte de la estructura de la Catedral de Notre Dame de París.
La Catedral de Notre Dame de París, construida entre el 1163 y 1345, está asentada sobre un terreno de características particulares debido a su ubicación en un islote del río Sena. Su sistema de cimentación combina técnicas tradicionales de la Edad Media adaptadas a las condiciones del terreno. Los suelos de fundación están formados principalmente por capas de depósitos aluviales, incluyendo arena y grava, mezcladas con arcillas.
Una catedral gótica es una estructura bastante complicada, y en particular Notre Dame de París, una iglesia con cinco naves, dos filas de capillas laterales y grandes tribunas. El equilibrio de una estructura de este tipo está determinado por las interacciones mutuas de todas sus partes: pilares, contrafuertes, bóvedas, arbotantes, coro, torres y también la estructura de madera de la cubierta, que colaboran entre sí para garantizar el equilibrio estático de toda la construcción y para soportar las dos acciones principales a las que está sometida la catedral: la acción vertical de su propio peso y la horizontal debida al viento. En particular, el peso de la cubierta, estimado en unas 700 toneladas (incluido el peso de las tejas de plomo), sirvió como lastre que contribuía a soportar las fuerzas horizontales del viento y los empujes de los suelos en estado de saturación.

A lo largo de los siglos, las bases de la catedral han sido objeto de varias intervenciones para garantizar su estabilidad frente a los desafíos estructurales y ambientales. Los cimientos han sido evaluados periódicamente por ingenieros y arqueólogos, especialmente durante los trabajos de restauración en los siglos XIX y XX liderados por arquitectos como Eugène Viollet-le-Duc. Estas evaluaciones identificaron problemas como filtraciones y asentamientos diferenciales.
Para proteger las bases de la humedad, se implementaron sistemas modernos de drenaje y desvío de agua alrededor de la catedral. Esto ha ayudado a mitigar los efectos de las lluvias intensas y las crecidas del Sena, que crean socavamientos y fuerzas de empuje negativo (en el sentido opuesto a la carga de la edificación).
¿Cómo las sobre cargas de las edificaciones pueden contrarrestar las fuerzas negativas de los suelos inestables?
Las sobrecargas en las edificaciones pueden contribuir a contrarrestar las fuerzas negativas de suelos inestables al proporcionar peso adicional que estabiliza la estructura, compensando la falta de capacidad de carga o la expansión del suelo.
El incremento de presión vertical genera una presión adicional que puede ayudar a reducir el impacto de fuerzas ascendentes del suelo, como la expansión en arcillas o el levantamiento debido a las crecidas de las fuentes de agua; este peso extra actúa como un contrapeso frente a estas fuerzas.

El problema de los suelos arcillosos, es que tienden a expandirse en presencia del agua, lo que genera elevaciones diferenciales en la edificación. Las sobrecargas agregan un peso que compensa los empujes negativos hasta el punto de estabilización.
Uno de los temores durante el proceso de reconstrucción de la catedral, tras el incendio del año 2019, era que la falta de la cubierta de 210 toneladas, evitara el empuje negativo del suelo influenciado por la humedad y cambios de temperatura en el río Sena que mantiene a los suelos en un estado constante de stress.

Una de las soluciones mas sencillas y practicas vino con el uso de andamios metálicos, que no solamente facilitó los trabajos de reconstrucción en alturas sino que contribuyó con parte del peso necesario para contrarrestar las fuerzas de empuje negativas de los suelos.
El incendio del 15 de abril de 2019 destruyó gran parte de la estructura de la Catedral de Notre Dame de París. Toda la estructura original de la cubierta, compuesta por la madera de aproximadamente 1,300 robles y cubierta con 210 toneladas de tejas de plomo, fue destruida por el fuego, así como la aguja. La intensidad del fuego, que produjo altas temperaturas, también dañó la estructura de piedra: gran parte de la bóveda de crucería sexpartita se derrumbó, en la nave principal, en el crucero y también en el centro de la Catedral, donde se unen el coro, la nave y el crucero. También es posible que futuros análisis revelen daños importantes en las partes de piedra que estuvieron más expuestas al fuego, teniendo como consecuencia la disminución de la resistencia de sus fundaciones. Todos estos hechos ciertamente han engendrado cambios en el régimen estático de la Catedral.
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